Seis propuestas para un Ministerio Público en este milenio

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En 2010, en la edición especial de Innova del IEMP realizada para el Encuentro Nacional del Ministerio Público, Manuel Restrepo Yusti, consultor en ese año de la OACNUDH en Colombia, expuso a nuestros lectores, a la manera de Ítalo Calvino, seis propuestas para un Ministerio Público. ¿Continúan vigentes? ¡Te invitamos a leer este interesante y vigente artículo!

Contenido. En el año 2010, dentro del marco de la celebración de los 180 años de la Procuraduría General de la Nación (PGN), el IEMP organizó el Primer Encuentro Nacional del Ministerio Público: una mirada a las personerías. Además, con ocasión de este evento y el propósito de conservar la memoria institucional y continuar apoyando la gestión de los personeros(as) municipales, el Instituto editó tres publicaciones: Historia de las personerías, el Estatuto del personero municipal y las Memorias del Programa de Capacitación en Derechos Humanos.

Este programa de capacitación de la PGN, liderado por el IEMP y la Defensoría del Pueblo, con el apoyo técnico de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y financiero de la Unión Europea, adelantó acciones encaminadas a fortalecer las personerías de Colombia y a capacitar agentes del Ministerio Público en los territorios.

El Programa de Capacitación en Derechos Humanos (DD. HH.) para personeros municipales fue concebido como un proceso de formación especializada, con cobertura nacional y con los siguientes propósitos:

  • fortalecer la gestión de los personeros para responder a la demanda ciudadana en sus tres ejes de actuación, a saber, la promoción y defensa de los DD. HH.agentes del Ministerio Público y veedores ciudadanos;
  • potenciar el ejercicio de las funciones constitucionales y legales que tienen las personerías en materia de DD. HH., y
  • fortalecer el Ministerio Público.

El IEMP también editó para el Primer Encuentro Nacional del Ministerio Público: una mirada a las personerías, una edición especial del boletín informativo Innova, con artículos de interés para los 1102 personeros(as) municipales y distritales del país, que fue entregado a los participantes del evento junto con las publicaciones mencionadas.

Uno de los escritos del boletín fue del consultor de la OACNUDH en Colombia, Manuel Restrepo Yusti, quien hizo referencia en el artículo a las posturas del escritor y periodista italiano, Ítalo Calvino, quien días antes de su muerte trabajó en una serie de conferencias que iba a impartir en la Universidad de Harvard entre 1985-1986, las cuales fueron publicadas póstumamente con el título de Lezioni americane, cuya traducción es Seis propuestas para el próximo milenio.

Manuel Restrepo expuso en el artículo de Innova cuáles serían las características de un Ministerio Público en este milenio, teniendo como base las seis propuestas de Calvino (IEMP, 2010, [4] pp. 14-15). A continuación, transcribimos esta breve pero interesante reflexión que continúa vigente y que traemos a nuestro espacio virtual de reminiscencias del IEMP.

A la manera de Ítalo Calvino 
Seis propuestas para un Ministerio Público en este milenio

Manuel Restrepo Yusti 

Al aceptar la invitación para escribir unas breves notas en el Innova, siento un profundo agradecimiento con el Instituto de Estudios del Ministerio Público (IEMP) no solo por esta deferencia, sino también por un largo recorrido en su compañía a través del Programa Nacional de Derechos Humanos a Personeros Municipales
.
Desde el momento en que la Procuraduría General de la Nación y la Defensoría del Pueblo, con el apoyo de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, decidieron apostarle al fortalecimiento de las personerías, el aprendizaje sobre actitudes, imaginarios y comportamientos de cientos de funcionarios con los que pude relacionarme contribuyó a avanzar en el conocimiento de lo que significa la construcción de un Estado social de derecho y, en particular, de su fortalecimiento.

De esas experiencias quedan muchos documentos y publicaciones en manos de funcionarios de la Procuraduría y la Defensoría, y en las bibliotecas de las personerías queda el registro escrito de muchas lecciones aprendidas.

Igualmente, hice ejercicios de imaginación sobre posibles cambios y transformaciones de las instituciones mencionadas. Las personerías municipales: una mirada del presente y propuestas para el futuro (Bogotá́, 2004) es un ejemplo de uno de estos ejercicios que se mueve entre el sueño y la vigilia.

Por aquello de la mención a los sueños, quiero centrar el objetivo de estas cortas ideas en unas notas que se inspiran en otro sueño. Se trata de un proyecto de un ciclo de conferencias propuesto por Ítalo Calvino para la Universidad de Harvard y que no llevó a cabo, pues fue sorprendido por la muerte días antes de realizarla.

Calvino proponía una nueva concepción de la literatura para una sociedad posmoderna caracterizada por la comunicación de masas y la globalización. Haciendo referencia a la postura de este autor quiero compartir, con ustedes amables lectores, seis posibles características para el Ministerio Público en el presente milenio:

Levedad

El concepto de levedad hace relación a lo que fluye sin dificultad y constantemente se transforma. Dicho concepto no implica abandono, ni debilidad. Una frase de Valéry, citada por Calvino, es más que ilustrativa: «hay que ser ligero como el pájaro, no como la pluma».

En el caso del Ministerio Público la levedad estará dada por el encuentro de tres referentes que podemos asimilar a ella: el primero se refiere a la prevención, el segundo a la participación ciudadana y el tercero al imperio de la ética.

La prevención imprime levedad a las instituciones cuando contribuye a eliminar posibilidades de delito y se convierte en un testimonio de convivencia más fuerte que la misma prohibición. La participación ciudadana es portadora de levedad cuando sirve para eliminar los obstáculos que impiden el acercamiento entre el ciudadano del común y el Estado mismo; cuando potencian la acción voluntaria, pero también cuando señala los limites a la legislación y las inconsistencias de las instituciones que las resguardan.

La ética es portadora de levedad cuando crea una cultura de autorregulación en donde el control adquiere otras dimensiones; y el castigo representa situaciones extremas perfectamente identificables.

Rapidez

Según Calvino, en la civilización cibernética la velocidad se ha vuelto contra nosotros, y lamentamos no tener el tiempo para hacer las cosas lento y a fondo como antaño. Para Calvino «la lentitud no es valor en sí. Igualmente la rapidez no roba la esencia al acto, al contrario: es más nítida y poderosa la imagen que se forma cuando menos preámbulos toma». Como estamos hablando de propuestas para este milenio creo que el tema de la rapidez debe traducirse a unas necesidades totalmente contemporáneas de todo el aparato de Estado y, en especial, del Ministerio Público al que nos hemos venido refiriendo.

La traducción de este propósito puede equipararse a comunicaciónsistematización, a la informáticaconstrucción de redes. Dejo este planteamiento a merced de la imaginación de mis lectores.

Exactitud

Una de las mayores riquezas de nuestra cultura está en el lenguaje. Despertar la imaginación para decir las cosas no es una pérdida de tiempo, por el contrario, es como lo dice Calvino «hallar la clave correcta, el orden preciso, las combinatorias adecuadas y la extensión idónea para que el lenguaje e idea se fundan en una sola cosa».

Cuando hablamos de exactitud nos referimos a un universo de características que deben portar los funcionarios que hacen parte del Ministerio Público: exactitud en el conocimiento de funciones del Estado y de la ley, exactitud en el conocimiento del cumplimiento de la ley, en la observación e interpretación del entorno y las aspiraciones del mismo.

Tanto la Procuraduría, la Defensoría y las personerías son el espacio por excelencia para conocer con exactitud la verdadera situación del tejido social y las aspiraciones colectivas y el interés público. Cuando estas características son captadas por el funcionario su destino es llegar a niveles altos de decisiones político administrativas. En este sentido, dichos funcionarios son como un termómetro o radiografía de la situación social y, como tal, su característica fundamental debe ser el ejercicio y práctica de la exactitud.

Visibilidad

«La imagen es todo lo que existe; del mismo modo lo que no se ve no existe». Para desarrollar esta tesis basta con ilustrar algunos aspectos que han sido invisibilizados por nuestra cultura. En primer lugar, la invisibilización de quienes son víctimas de violaciones de derechos humanos o infracciones al derecho humanitario. Contribuyen a dicha invisibilización la existencia de prejuicios, simpatías y antipatías que se convierten en criterios preferentes que desplazan lo ético y lo jurídico a un segundo plano.

En segundo término, la invisibilización de territorios habitados por pueblos de alto riesgo que se destacan por la particularidad de las formas de discriminación a la que son sometidos. Los pueblos indígenasafrocolombianos raizales son los más comunes. En tercer lugar, la mirada patriarcal que ha caracterizado nuestra cultura ha invisibilizado la problemática de las relaciones de género en todo el contexto del mundo de la vida.

Un cuarto nivel de invisibilización está relacionado con el medio ambiente y el desarrollo. Estos aspectos han sido relegados durante mucho tiempo y la conciencia aún naciente está todavía por desarrollarse. Resumiendo, el tema de la propuesta sobre la visibilidad contiene una posible agenda que, aunque ya se ha iniciado, debe ocupar mayor atención en este milenio por parte del Ministerio Público.

Multiplicidad

Como dice Calvino, la gran aspiración de la literatura es el libro del todo. El libro del todo es aquel en el que todo (el hombre, el árbol, la piedra) habla con su propia voz. Colombia un país rico en biodiversidad y multiculturidad, está aún muy lejos de escribir ese libro del todo. La primera tarea, y en ello tiene un gran papel el Ministerio Público, es hacer realidad el enunciado de la Constitución que dice: «Colombia es un país pluricultural y multiétnico».

Los aprendizajes y secuelas de un proyecto de estado monocultural aún se sienten y tienen raíces. Pero esto no se queda en aspectos meramente étnicos y raciales, sino que abarca otros fenómenos que pueden ser explicados desde la discriminación y que nos colocan dentro de unas características que nos alejan de un proyecto de sociedad más moderna.

Una propuesta de trabajo con el Ministerio Público para este milenio debería tener como motivo la visibilidad complementada por esa hermosa pregunta que se hace Calvino ¿qué nos importa de dónde provienen los sueños si ese territorio oscuro no tiene rostro? 

Consistencia

Esta palabra aparece garabateada como título de la sexta propuesta de Calvino. Sin embargo, es una de las más importantes puesto que la consistencia en la época moderna está determinada por una postura sacada de una ética vitalista que tiene en cuenta el ejercicio de cuatro imperativos: a) démonos un pensamiento, b) démonos un mundo, c) démonos un cuerpo y d) démonos una ética.

Para el caso del Ministerio Público démonos un pensamiento hace referencia al cuerpo legal y constitucional en el que se desarrollan todas sus funciones; sin perder de vista un conocimiento interdisciplinario que explique nuestras características sociológicas, históricas y culturales.

Démonos un cuerpo hace referencia a la necesidad de fortalecer la identidad y sentido de pertenencia de todo el Ministerio Público. Démonos un mundo a la urgencia de hacer realidad el propósito de modernización, en el mejor de los sentidos, de las aspiraciones colectivas e interés públicos como una de las soluciones al atraso, desorganización e incoherencia y, en algunos casos, corrupción de lo público, que plantea una responsabilidad histórica compartida por los tres poderes, el Ministerio Público y la sociedad civil.

Démonos una ética tiene relación con la necesidad de crear una cultura del funcionario público, de sus responsabilidades y de la forma de realizarse como persona humana en el ejercicio de dichas funciones.
Para finalizar, solo quiero decir que la solidez de estas tesis está en la manera en que cada uno de nosotros sepa llevarlas al quehacer cotidiano, que nos permite entrar en la disyuntiva de decir «de hacerlo mal, prefiero no hacerlo» (Melville, Bartleby el escribiente).


El IEMP es conocimiento que genera valor público

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