Honestidad y respeto: Conversatorio Ético del IEMP

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La unidad de gestión de conocimiento del Ministerio Público genera espacios de análisis y reflexión sobre los valores institucionales que guían la conducta de los(as) servidores(as) de la PGN. ¡Queremos compartir contigo algunos apuntes que te pueden interesar!

Los conversatorios éticos, como espacios de cambio comportamental, promueven comportamientos éticos de los funcionarios públicos, en su entorno y en relación con los ciudadanos, como manifestación de la apropiación de los contenidos y herramientas del Código de Integridad de la Procuraduría General de la Nación (PGN). Dentro de este marco, el IEMP realizó para los servidores(as) del Instituto, el pasado 20 de mayo de 2021, el Conversatorio Ético: honestidad y respeto, dos de los valores que representan la cultura de integridad institucional de la PGN.

La conferenciante Alejandra Fierro, coordinadora del Grupo de Innovación y Transformación del IEMP (GITI) y del Laboratorio de Innovación de la entidad (ProcuraLAB), habló en el encuentro virtual sobre la honestidad, valor que identificamos cuando actuamos «(…) con fundamento en la verdad, cumpliendo [nuestros] deberes con rectitud y siempre favoreciendo el interés general» (Código de Integridad PGN), priorizándolo sobre el interés privado.

También expuso el valor del respeto, esto es, cuando reconocemos, valoramos y tratamos «(…) de manera digna a todas las personas, con sus virtudes y defectos, sin importar su labor, procedencia, títulos o cualquier otra condición» (Código de Integridad PGN). Estos dos valores hacen parte del documento que fue construido de forma participativa con servidores de la PGN, código que tiene como fin reforzar en cada servidor los comportamientos ideales en el servicio público y en la vida misma.

Apuntes sobre el Conversatorio Ético: honestidad y respeto

  1. El Código de Integridad de la PGN, además de presentar los valores que reconocemos como característicos de los servidores(as) públicos, tiene unas herramientas que enfatizan en la necesidad de trabajar constantemente en romper la brecha entre el comportamiento deseado y el real, en otras palabras, acortar el trecho del dicho al hecho.
  2. Cinco de los valores del Código de Integridad de la PGN están presentes en el Código de Integridad del Servicio Público, diseñado por el Departamento Administrativo de la Función Pública, los cuales han sido priorizados como transversales por el Gobierno nacional, a saber: diligencia, justicia, compromiso, honestidad y respeto. La PGN agregó cuatro más que son responsabilidad, servicio, transparencia y probidad.

¡Ahora sí, hablemos de nuestros valores!

¿Por qué mentimos? Alejandra Fierro presentó a los participantes del Conversatorio Ético un estudio que refleja que todos mentimos, pero que no todas las mentiras son iguales, y que mentimos y decimos la verdad para alcanzar nuestras metas. Agregó que «mentimos cuando la honestidad no funciona», como lo señala Timothy Lenive, reconocido por su teoría de la verdad por defecto.

De acuerdo con el estudio, existen muchas formas de traicionar el valor de la honestidad. Entre ellas encontramos (ver gráfica), la transgresión personal, que encubre un error o delito, se manifiesta en el 22 %; la ventaja económica en el 16 %; la ventaja personal en el 15 %; la evasión en el 14 %, y el 33 % restante, se distribuye entre lo patológico, lo mal intencionado, la necesidad de aceptación social y hasta el humor.

Curiosamente, como lo muestra la gráfica, solo el 4 % miente con malas intenciones, lo que evidencia que existen estrategias sociales que están apoyadas en la mentira, y que muchas veces pueden ser válidas, ya sea para protegernos o simplemente para «caer bien» a los demás o no ofenderlos a la hora de comunicarnos.

Para Alejandra Fierro existen mediaciones sociales que no permiten que seamos cien por ciento honestos o contextos en los que no conviene decir siempre la verdad. A veces, justificamos nuestras acciones para que sean consistentes y nuestra autoimagen sea positiva, u obedecemos las normas de nuestro grupo de referencia.

Además, nuestro comportamiento está determinado por percepciones erróneas de los riesgos, la reciprocidad, el deseo de aprobación social, el contexto y la presión del poder o la autoridad.

Entonces, ¿qué ayuda a reforzar el comportamiento honesto y respetuoso?

La coordinadora del GITI aportó a los participantes del encuentro virtual, organizado por las Divisiones de Capacitación y de Investigaciones Sociopolíticas y Asuntos Socioeconómicos del IEMP, algunos puntos de vista para tener en cuenta a la hora de reforzar el comportamiento honesto y respetuoso, en cualquiera de los escenarios de nuestra vida. Veamos.

  1. Entender por qué las personas toman decisiones éticas y ofrecer información sobre cómo podemos decidir mejor y promover la cultura ética.
  2. Las personas a menudo somos influenciadas subconscientemente por prejuicios, presiones organizativas y sociales, y factores situacionales que impactan en la toma de decisiones, por ello, es necesario hacer conciencia de nuestros sesgos de comportamiento.

¿Sabes cuál es la diferencia entre un conflicto ético y un dilema ético?

Definitivamente con ejemplos los conceptos son más fáciles de comprender. El Conversatorio Ético permitió a los participantes, en este espacio académico, reflexionar sobre casos de la vida real con los que nos encontramos a diario, y que ponen a prueba nuestra honestidad, por ejemplo.

Dentro de los casos presentados durante la conferencia, encontramos tanto conflictos como dilemas éticos. Los primeros, de acuerdo con el Código de Integridad de la PGN, corresponden a situaciones que éticamente son problemáticas, pero que tienen una solución, y que generalmente ocurren por desconocimiento o por confusión conceptual.

Por otro lado, tenemos los dilemas éticos, entendidos como situaciones que carecen de una solución completamente satisfactoria, porque dos valores o principios contrincantes entran en conflicto y solo uno de ellos puede ser priorizado. Los dilemas éticos nos conducen a elegir entre dos elementos idóneos o dos erróneos.

Los ejemplos, que puedes encontrar en el Código de Integridad de la PGN, no solo aplican para servidores(as) públicos, sino para cada situación similar que encontramos en el camino de la vida. Te invitamos a leer el Código, conocer estos casos, analizarlos y reflexionar sobre ellos —si es posible en grupo—, y preguntarte, ¿qué harías ante un conflicto o dilema ético? ¿Qué motiva tu decisiones?


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