Un equipo de más de 30 servidores servidores públicos de la Superintendencia Nacional de Salud capacitados en Ética Pública por parte del Instituto de Estudios del Ministerio Público.
Durante la sesión pedagógica los asistentes recibieron elementos teóricos y prácticos para aplicar en el análisis de situaciones problemáticas durante la toma de decisiones y ante los dilemas que se presentan en el ejercicio profesional sobre la protección del derecho a la salud. Así mismo se hicieron apreciaciones para la adopción de un modo de vida acorde con la disposición ética y para construir una cultura organizacional que fortalezca la prestación de los servicios a la sociedad.
La capacitación a la Supersalud estuvo a cargo del filósofo del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario Iván Mauricio Lombana, Doctorado en humanidades de la Universidad Carlos III de Madrid, quien hizo referencia a la importancia que adquiere la recopilación y estudio de casos en los hospitales y el reconocimiento de los errores para aprender de ellos.
Para la formación de los servidores el experto hizo énfasis en las observaciones de Platón sobre la necesidad del conocimiento para el uso correcto de los bienes. Igualmente se revisaron elementos teóricos de Aristóteles quien llamó la atención sobre la importancia de analizar los casos especialmente en materia ética.
Argumentó el especialista que la ética profesional estudia problemas concretos de cada disciplina ante los cuales se destaca la relación personal con el usuario de un servicio, más allá de la aplicación de estándares y códigos de conducta y es por ello que en el ejercicio de la profesión cobra importancia una ética de los afectos, que atienda a la fragilidad y la vulnerabilidad de las personas.
En la misma capacitación se abordaron principios de responsabilidad social y los límites de la autoridad, adicionalmente principios de bioética y se hizo referencia a las bases biológicas y neurológicas de los comportamientos morales para recalcar la importancia de la cooperación y de las expresiones faciales auténticas para la supervivencia.
Se trataron también conductas y valores corporativos, liderazgo y empoderamiento. Se enfatizó en la necesidad de cambiar la cultura organizacional, y la importancia de una comunicación motivada, consentida y eficaz.
Respecto de la problemática de la corrupción se revisaron las causas, la concentración de recursos y el peculado, para lo cual se recomendó, entre otras, elaborar mapas del proceso para advertir las vulnerabilidades en un sector de la cadena productiva.
También, observó la fundamentación racional sobre la moral, aspecto que para Kant requiere pensar la libertad de cara al deber, esto es, la ética normativa para lo cual se observaron formulaciones como:«Nunca debo proceder más que de modo que pueda querer también que mi máxima se convierta en una ley universal».«Obra como si la máxima de tu acción fuese a convertirse por tu voluntad en una ley universal de la naturaleza» y«Obra de tal modo que uses a la humanidad tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro siempre a la vez como fin, nunca meramente como medio».