Los problemas formulados determinan el tipo de investigación (cuantitativa o cualitativa) y la metodología. Las investigaciones cuantitativas, que buscan describir, explicar, analizar y experimentar, se basan en problemas o hechos objeto de estudio que son cuantificados, para ello se recogen, sistematizan e interpretan datos sobre las variables, factores o relaciones susceptibles de alcanzar un valor medible o cuantificable.
En las investigaciones cuantitativas, sobre todo las analíticas y experimentales, se formulan hipótesis, que son afirmaciones o supuestos acerca de cómo se comportan las variables y cómo se resuelve el problema, las cuales son sometidas a verificación para comprobarlas en su cumplimiento o refutarlas. Las hipótesis requieren ser contrastadas empíricamente.
Las variables son condiciones o características que manipula, controla y observa el investigador. Las variables independientes son las condiciones o características que manipula el experimentador en su intento para verificar su relación a los fenómenos observados. Las variables dependientes son las condiciones o características que cambian, desaparecen o aparecen según el investigador introduce, quita o modifica las variables independientes.
En las investigaciones cuantitativas y cualitativas, EL QUÉ se refiere metodológicamente a lo que se puede hacer para verificar la información e inferir las relaciones de naturaleza teórica entre variables o categorías y así verificar las hipótesis para explicar un fenómeno, los supuestos en la construcción de sentido o transformación de condiciones dadas. También hace alusión al plan o diseño general de las aproximaciones a lo empírico.
Para producir un conocimiento innovador a partir de una pregunta de conocimiento de la realidad, se utiliza un método entendido como el camino para acceder, organizar y crear conocimiento. Se concibe como una especie de modelo general y lógico de acercamiento a la realidad que se está problematizando. Sin embargo, este aspecto no es tan sencillo ni tan mecánico, si así fuera bastaría con formular un problema, aplicar el método correcto y obtener los resultados de la investigación. En definitiva, la investigación es un proceso de creación, de innovación, está plagado de dificultades imprevistas y paradojas, obstáculos y dificultades que se presentan en el camino.
En la investigación EL CÓMO se refiere a la forma de operacionalizar los pasos requeridos para resolver el problema. Se plasma en un diseño o plan general, de ahí la necesidad de preguntarse: ¿Cuáles son las actividades por desarrollar a la luz de los objetivos?, ¿en qué contexto se va a ejecutar la investigación?, y ¿a quiénes afecta?
El diseño de la investigación tiene que ver con la forma en que el investigador se acerca o aproxima al objeto de estudio o a los sujetos afectados por el problema, con el fin de obtener información, para lograr los objetivos, verificar la relación entre las variables y de esta manera demostrar la hipótesis. Esta es una estructuración lógica de lo que metodológicamente necesitamos hacer.
La investigación en el proceso metodológico también debe dar cuenta del QUIÉN es el objeto de estudio. Este se refiere a la población afectada, la cual una vez identificada, se procede a calcularla y seleccionar una muestra representativa y al azar, con el fin de poder lograr generalizaciones mediante inferencias que se pueden hacer de la información recolectada en las técnicas, que entre las más utilizadas en las investigaciones cuantitativas están la encuesta, el panel, el estudio de caso, las observaciones de campo (registros de conteo), entre otras. Los resultados de la investigación son fruto de las relaciones entre las variables.
EL CUÁNDO implica dar cuenta del tiempo requerido para la ejecución de cada paso en la metodología. Es decir, cuáles son las actividades o acciones implicadas y su secuencia temporal para poder plasmarlas en un cronograma.
En cuanto a las investigaciones cualitativas (histórico hermenéuticas e investigación acción participación), se focalizan en las cualidades del hecho, fenómeno o problema, y para ello privilegian las categorías teóricas y las que se pueden construir desde los saberes de las comunidades. Se sitúan en la construcción de imaginarios, las representaciones, los significados, las prácticas sociopolíticas, culturales y económicas, y la conciencia sociohistórica. Tienen en cuenta que el hombre produce la sociedad y a su vez la sociedad lo configura afectando la consciencia social e individual, reconociendo los sentidos que son posibles de construir desde las praxis socio-históricas en sus dimensiones social, política, cultural, ética, ambiental, estética y científica.
El método también se asume como el trayecto de investigación, por lo tanto, se constituye en un compromiso del sujeto histórico/social en su condición de ser un individuo racional, político y ético, en el desafío de interpretar territorios, los cuales son susceptibles de transformarse. Pero para ello se requiere la imaginación, el pensamiento creativo y la conciencia, una triada corpóreo/cerebro/espiritual necesaria en los movimientos de actualización, organización y creación de conocimientos.
En la investigación cualitativa, las hipótesis y variables se sustituyen por las preguntas derivadas de la problematización de la realidad y las categorías teóricas iniciales dan paso a las categorías emergentes de la información recolectada. Tienen en cuenta un lenguaje común que dista, muchas veces, del dominio lingüístico de una disciplina, por lo que se centra en la lectura de los diversos textos (orales, gestuales, comportamentales), testimonios y experiencias de la vida cotidiana, de las comunidades. Las categorías emergentes se ponen en tensión con las categorías teóricas, lo que enriquece y permite delimitar el campo de observación y comprensión del fenómeno, hecho o problema, para la construcción de un sentido social de la realidad problematizada.
La investigación cualitativa utiliza como técnicas de recolección de información las entrevistas, los grupos focales, los talleres, las historias de vida, la observación participante, y hace análisis de contenido, análisis del discurso, interpretación de categorías y construcción de significados y sentidos. Los resultados son particularizados y no tienen la pretensión de universalidad, por cuanto no tratan de establecer leyes sociales de manera general.
El investigador, en la perspectiva de acción-participación, afronta el desafío de organizar la información y el conocimiento a partir de su propia transformación, se aproxima a sí mismo como sujeto que autoconoce y se implica en una comunidad, con capacidad de relación, voluntad de decisión y acción de pensar y conocer un problema socialmente reconocido y planificado. En el acto de conocimiento y creación entra en interacción con los otros, en una relación ya no mediada exclusivamente por la razón, sino también por la sensibilidad y lógicas emergentes frente al fenómeno que desea conocer.
Desde la mirada crítico-social, la investigación tiene como imperativo la organización del conocimiento desde un sujeto que cambia de paradigmas, y que no trata de representar un sistema, ni un objeto al servicio de la ciencia. Sino de un ser humano que se alimenta del conocimiento del contexto, de los otros y de sí mismo para su autotransformación y la intervención social.
En las investigaciones cualitativas la relación es ineludible entre lo que los sujetos perciben, imaginan, son, y el territorio o lugar físico y simbólico, es decir, dónde están y hacia dónde van. El tiempo no solo tiene sentido en lo cronológico, sino que es además coyuntural, regresivo en cuanto se mueve entre el presente-pasado y futuro. De ahí que el tiempo es interpretación, comprensión de la realidad, a partir del diálogo, la conversación y el encuentro con otros para la construcción de sentidos.
Al igual que las demás formas de investigación, pretende la creación de conocimiento a partir de la interpretación de los saberes y los conocimientos. El sujeto se integra al conocimiento desde el pensamiento capaz de construir categorías propias desde la observación e interpretación de la realidad, por lo que los resultados obtenidos se refieren específicamente a un contexto de realidad con sentido social y no son generalizables al resto de la humanidad, ni universales. Además, reconocen la contradicción, ambigüedad y diferencia como fuentes de conocimiento, que no son consideradas dentro de los enfoques cuantitativos.
En el ejercicio investigativo se pueden incorporar enfoques multidisciplinares. Estos hacen énfasis en las disciplinas con aportes específicos en torno a un problema objeto de estudio, sin tener en cuenta los relacionamientos o cruces entre ellas. La interdisciplinariedad se refiere a un movimiento entre las ideas, conceptos, teorías y disciplinas, para observar conexiones entre ellas, por lo que las fronteras se diluyen en los nodos, umbrales e intersticios que producen los entrecruces.
La transdisciplinariedad es la interpenetración de las disciplinas en el movimiento de desfronterización en la comprensión dialógica de un hecho, fenómeno o problema. Por lo tanto, implica dar cuenta de vínculos, alianzas, ligazones que transforman y permite resignificar conceptos, teorías y disciplinas. Hoy es posible conjugar técnicas, procedimientos y estrategias cuantitativas y cualitativas a través de lo que se ha denominado triangulación de datos, investigadores, teorías, disciplinas, etc.
La población en una investigación hermenéutica se limita a los informantes conocedores o afectados por el problema. En la investigación acción participación el trabajo recae sobre la comunidad y el acceso a los grupos u organizaciones de base para motivar la transformación.
Cabe anotar que la respuesta a interrogantes que permiten la construcción de la metodología tiene que ver con el qué, quién, cómo, dónde, cuándo, y adquieren sentido según el tipo de investigación que queremos realizar, el problema y nuestras necesidades de conocer. Y los resultados de todo este proceso es un diálogo entre lo teórico, los resultados alcanzados con rigor metodológico y la interpretación del(os) investigador(es).
La metodología aplicada en los subprogramas corresponde en general a dos momentos principales: el primero de estos, de carácter teórico, debe aproximarse a la creación de un estado del arte, que lleve a la exposición de los principales avances en la comprensión de los objetos de estudio, de los enfoques y métodos asumidos especialmente en Colombia o en países de características comparables, ejercicio que permite identificar elementos de análisis que sean aplicables a la realidad nacional. Sin embargo, no se requiere o espera que sea comprensivo de todos los enfoques y formas de aproximación sino especialmente de aquella que sea seleccionada por los investigadores. Asimismo, se revisarán investigaciones previas y demás documentos pertinentes.
Posterior a ello, el segundo momento, se propone la realización de un estudio o investigación, en la cual sea posible trasladar la frontera de conocimiento sobre el objeto de estudio; en especial son ideales aquellas investigaciones que permitan el conocimiento de los fenómenos para la exposición de situaciones y condiciones que son inadecuadas a la luz de los referentes que guían un Estado social de derecho.
En esta etapa se espera cumplir con las siguientes actividades: contextualización y diseño de instrumentos, trabajo de campo, sistematización y análisis de información, elaboración de productos, y socializaciones.
La metodología de investigación del IEMP se ciñe a los métodos aceptados en las ciencias sociales y a las prácticas que tienen reconocimiento académico. Por ello, incorpora el método de investigación científica que, en general, reconoce los momentos de observación, descripción, explicación y predicción, y en algunos casos, comprensión y transformación.
Por lo tanto, la investigación con enfoques normativos y cualitativos, estudios de caso, estudios comparados e investigación acción participación son aceptados. Las estratégicas pueden ser diversas e incluir estudios piloto, acciones de carácter consultivo, constitución de comités, realizar reuniones o mesas de trabajo, la concurrencia y participación, hacer análisis en contextos reales, utilizar diversas fuentes de datos y estudiar uno o más casos.
La dimensión participativa es fundamental dentro la metodología propuesta. El valor de la misma radica en su potencialidad para generar conocimiento transformador a partir de la articulación de los aportes científicos y otros saberes. Esto conlleva al fortalecimiento de la confianza entre actores, y amplía las oportunidades de cooperación en los procesos de conocimiento.
En la metodología se recurre a fuentes de información primaria y secundaria. Por ello, se acudirá tanto a las autoridades y actores circunscritos. Respecto a las técnicas de investigación se prevé la realización de encuestas, entrevistas, mesas de trabajo, grupos focales, observación, talleres, cartografía social, revisión documental, revisión de literatura y otras.
Para el análisis de la información será necesario utilizar procesamientos cualitativos tales como análisis de narrativa, de contenidos o esquemas de sistematización de información útiles para la valoración de los insumos. Si bien la investigación no tiene un enfoque cuantitativo, sí es necesario en algunos momentos recurrir a la presentación de datos y a la indicación sobre su tratamiento. En los estudios cuantitativos se recurre a procesamientos aceptados tales como el uso de paquetes estadísticos, las hojas electrónicas, los modelamientos o los datos obtenidos por la aplicación de encuestas.
Resulta propicio asociar los elementos conceptuales con el territorio, de manera que es necesario realizar trabajo de campo en municipios que reúnan las condiciones de interés del problema público objeto de estudio. Las actividades de taller e interacción con los actores locales exigen incorporación de procesos de sensibilización y socialización de propósitos, avances y resultados. Con ello se resuelve la queja permanente de la comunidad sobre el desconocimiento de las conclusiones y resultados que arrojan las investigaciones, y concomitantemente la resistencia que se genera a los estudios.
Los investigadores pueden elegir libremente una mezcla de atributos de ambos paradigmas, cualitativo y cuantitativo, para atender mejor a las exigencias del problema de la investigación con que se enfrenta.