¡Todos merecemos segundas oportunidades!

El IEMP busca reducir la reincidencia delincuencial, en los adolescentes infractores de la ley penal, mediante el Curso Educativo sobre Respeto a los Derechos Humanosy Convivencia Ciudadana. ¿Cuáles son los factores que inciden en el comportamiento de algunos jóvenes, que los lleva a quebrantar las normas establecidas en una sociedad?

El propósito del Curso Educativo sobre Respeto a los Derechos Humanos y Convivencia Ciudadana del IEMP, dentro del marco del Código de la Infancia y la Adolescencia (Ley 1098, 2006, art. 182), es orientar a los jóvenes infractores de la ley penal, que han sido sancionados con la medida de amonestación, en temáticas inherentes al nombre de la capacitación y relacionadas con las competencias ciudadanas, y así brindarles herramientas que faciliten, en un futuro, gestionar sus conflictos, construir un proyecto de vida, descubrir posibilidades de vinculación laboral y/o educativas, y especialmente, evitar incurrir nuevamente en un delito. El IEMP en 2020 ha realizado tres cursos presenciales, a saber, dos en Bogotá y uno en el municipio de Soacha (Cundinamarca), y cuatro virtuales dirigidos a jóvenes de Leticia (Amazonas), Soacha —dos eventos— y Belén de los Andaquíes (Caquetá).

El Código de la Infancia y la Adolescencia define la amonestación como «la recriminación que la autoridad judicial le hace al adolescente sobre las consecuencias del hecho delictivo y la exigencia de la reparación del daño», y obliga a que el joven asista, por orden de la autoridad judicial, a un curso educativo «sobre respeto a los derechos humanos y convivencia ciudadana», que está a cargo del IEMP (art. 182). El programa de capacitación corta de la unidad académica del Ministerio Público está focalizado en sensibilizar a los adolescentes entre 14 y 18 años, que han cometido alguna infracción a la ley penal, para evitar que sigan por el camino delictivo y reducir la reincidencia, que oscila entre 30 % y 70 %, de acuerdo con el departamento o el municipio, para una proyección estimada nacional de 45 %.

¿Por qué algunos adolescentes infringen la ley penal?

El Proyecto de Capacitación a Adolescentes Infractores de la Ley Penal a Nivel Nacional, registrado por el IEMP en el Departamento Nacional de Planeación (DNP), señala que la comisión de delitos por parte de jóvenes, cuya edad se encuentra entre los 16 y los 18 años, si bien es motivado por múltiples factores, existen algunos que suelen ser transversales y reiterados a lo largo del territorio nacional. Dentro de estos el proyecto resalta la falta de educación formal y de oportunidades para vincularse al sistema educativo, las múltiples carencias de la institución familiar (ausencia de apoyo, maltrato, etc.), y el desconocimiento de pautas de convivencia, que conforman el punto principal de intervención del Curso Educativo sobre Respeto a los Derechos Humanos y Convivencia Ciudadana del IEMP.

En este sentido la publicación Adolescentes, jóvenes y delitos: «elementos para la comprensión de la delincuencia juvenil en Colombia», del Observatorio del Bienestar de la Niñez del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF, 2015), menciona, citando a García Villegas (2010), que la cultura de la ilegalidad no solo «obedece al incumplimiento de las normas jurídicas por parte de los jóvenes (o adolescentes) sino también a las normas sociales, situación que llega a ser tolerada y en ocasiones«ni ellos, ni la sociedad, perciben las prácticas de incumplimiento como actos delictivos o criminales, ni siquiera como perturbaciones del orden» (Fariñas, 2012, p. 187), lo que a su vez se vincula con la violencia, la corrupción o la consecución de dinero por vías no legales; los jóvenes lo mencionan como«cultura del dinero fácil», frente a lo cual se acepta el interés por conseguir dinero sin mayores esfuerzos y saltándose las normas sociales y jurídicas, a lo que se suma la ambición y las expectativas por tener acceso a bienes materiales».

Precisamente, el Curso Educativo sobre Respeto a los Derechos Humanos y Convivencia Ciudadana del IEMP ha sido diseñado para motivar a los jóvenes infractores, de una manera consciente y reflexiva, a ejercer responsablemente sus derechos fundamentales, cumplir con los deberes que les corresponde o que la ley impone, construir, reconstruir, modificar o cambiar los objetivos del proyecto de vida, y romper con la práctica delictiva. El curso no pretende lograr cambios en problemas estructurales y multifactoriales que conllevan a comportamientos contrarios a la convivencia pacífica, pero hace parte del engranaje, que movilizan líderes sociales, comunidades, organizaciones e instituciones, entre otros actores, que propende hacia un país equitativo e incluyente para las próximas generaciones.

EL IEMP es convivencia